¡Detener a Argelia es posible! El domingo 31 de mayo de 1981, la MENA puso fin a la racha invicta de los Fennecs argelin...os. NIGER ganó 1-0 con un tiro libre de Maikano, ¡fue en la fase de clasificación para la Copa del Mundo de 1982! ¿Se repetirá la hazaña?
Porque creemos en ello, ¡ES POSIBLE!
Las dos derrotas sufridas por la selección de Mena contra los Fennecs argelinos en la fase de clasificación para la Copa del Mundo de 2022 siguen dominando el debate entre los aficionados y seguidores de Mena, en un contexto de rechinar de dientes y disgusto. Todo parece indicar que los nigerinos, sin duda celosos del honor y la imagen del país, ya no son capaces de tragar la amarga «píldora» de una derrota tan molesta.
Para la generación más mayor, esta situación ha reavivado inevitablemente viejos recuerdos de los enfrentamientos entre Mena y los Fennecs en 1981, cuando, en el partido de ida disputado en Constantina, Lakhdar Belloumi y sus compañeros derrotaron a Diagoundi y los suyos por 4-0. En aquel momento, la derrota de Mena se consideró una afrenta a la dignidad de Níger. Así, en un arrebato de patriotismo, el pueblo nigeriano se volcó en masa con el Mena para esperar a los Fennecs en el partido de vuelta, en el actual Estadio Municipal de Niamey. Las más altas autoridades del país se desplazaron para movilizar al público y empujar al Mena hacia la victoria. A raíz de ello, se lanzó el lema «Imposible no es nigeriano».
Los veteranos aún recuerdan los acontecimientos que rodearon este histórico partido disputado en Niamey el 1 de mayo de 1981. Ese día, todo Niamey estaba en pie, mientras delegaciones acudían en masa desde todos los rincones de Níger. Y, antes del mediodía, el estadio de Niamey ya bullía de emoción, hasta el punto de estar abarrotado. Los que no pudieron desplazarse se agolparon alrededor de las emisoras de radio para seguir la retransmisión en directo del partido. Y el resultado, como pudimos ver: ese partido, el Diagoundi, Mamane Ali, conocido como Atcha, Maikano, Lawan Didi, Tahirou Daouda, Navajo, Adamou Zibo, Pélé, Adjovi Bernard y todos los demás, lo jugaron más con el corazón que con los pies, y lo ganaron, llenando de orgullo al pueblo nigerino. Como cantaba el difunto Mamane Garba en la épica que dedicó a este partido, el veloz delantero argelino Lakhdar Belloumi y sus amigos no entendieron nada de este partido. Diagoundi y su equipo ganaron el partido por 1-0, demostrando así que «nada es imposible para los nigerianos». Al igual que en otros deportes, lo hicieron grandes figuras como Abdou Djibo (una auténtica leyenda del ciclismo nigeriano) y grandes atletas como Seydou Hangadoubo, Inni Aboubacar, Ramatoulaye Moumouni, etc.
Y la lección que hay que aprender de estas grandiosas hazañas de nuestros jugadores y atletas de la época es que el secreto de la victoria reside en el amor por el país, una pasión unida al sacrificio, un espíritu de lucha rayano en la rabia por ganar, todo ello con una única motivación: ¡honrar la imagen del país! «Para alcanzar el éxito en el deporte, primero hay que amar a tu país, hay que ser celoso de la imagen de tu país y tratar de honrarla, con la rabia de ganar en tu corazón», declaró el campeón Abdou Djibo en una entrevista concedida a Sahel Dimanche el 18 de agosto de 2017. Todo está dicho, y este es un mensaje fuerte para nuestros jóvenes atletas que participan en competiciones internacionales, para que nos demuestren a su vez que lo imposible realmente no es nigerino.